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Archivo de Yad Vashem 6093


Archivo de Yad Vashem 3078/78


Archivo de Yad Vashem 3078/82


Archivo de Yad Vashem 1486/628


Archivo de Yad Vashem 168GO7


Archivo de Yad Vashem 1201


Colección de objetos de Yad Vashem


El padre, único superviviente, encontró el espejo al regresar en la casa de familiares de su difunta esposa. En 1947 volvió a casarse y le nació una hija, Katy. Ésta conservó el espejo con las fotos de sus medios hermanos como recuerdo de la familia anterior de su padre. Hace poco decidió donarlo a Yad Vashem.
Colección de objetos de Yad Vashem
Donación de Katy Sivan, Holon, Israel


Judith Shapiro, nacida en 1932, fue deportada del gueto de Vilna a un campo de trabajos forzados. Allí trabajó trenzando cables de cobre para teléfonos de campaña. Luego de la liberación permaneció en el campo de desplazados de Selzheim en Alemania donde realizó objetos de arte con cables de cobre.
Colección de objetos de Yad Vashem
Obsequio de Judith (Shapiro) Goldstein, New Rochelle, NY, U.S.A


Artesanías y recuerdos confeccionados por sobrevivientes durante su estadía en campos de detención en Chipre, a los que fueron expulsados después de intentar entrar de forma ilegal a Eretz Israel.En el juego hay lugar para la tinta a cada costado y una saliente para colocar la pluma. Tiene la forma del puente de hierro que unía dos de los campos de detención en Chipre entre los cuales pasaba una carretera. El puente fue erigido como consecuencia de presiones ejercidas sobre los británicos para que facilitasen la comunicación entre los campamentos.
Colección de objetos de Yad Vashem


Colección de objetos de Yad Vashem


Obsequio de la artista
Colección del Museo de Arte de Yad Vashem

Los dos millones de judíos que quedaron con vida en la Unión Soviética, los cientos de miles que se salvaron de algún modo, o subsistieron en los campos, trataron de encontrar algún familiar o amigo que sobrevivió las atrocidades.
Los remanentes de las comunidades judías salieron de los campos, los bosques y los escondites, y al regresar a sus hogares, luego de la repatriación, tuvieron que enfrentarse con la ira y la hostilidad de sus antiguos vecinos. Muchos temían que los judíos regresasen para exigir la devolución de sus propiedades robadas. Cerca de 1.000 supervivientes fueron asesinados por grupos antisemitas en Polonia inmediatamente después de finalizar la guerra.
Muchos comenzaron a trasladarse al occidente. Algunos se establecieron temporalmente en las cercanías de la frontera germano–polaca y allí establecieron instituciones comunitarias que les ayudaron a prepararse para una nueva vida. Se fundaron hospitales que trataron a los sobrevivientes enfermos y agotados, guarderías infantiles, escuelas y granjas de capacitación agrícola.
Después de una etapa de recuperación continuaron hacia occidente y hacia el sur, en dirección a la costa italiana. Los remanentes, «sheerit ha-pletá» en hebreo, exigieron el derecho a la emigración libre, particularmente a la tierra de Israel. El Joint Distribution Committee extendió su ayuda a los desplazados en foma de alimentos y ropas, la subvención de las actividades educativas y la inmigración clandestina a la tierra de Israel (la «Brijá»). Alrededor de un tercio de los desplazados judíos emigraron a los Estados Unidos, Canadá, Australia y países latinoamericanos.
Al finalizar la guerra, los países aliados, en especial los Estados Unidos, reunieron decenas de miles de sobrevivientes en los campos situados en Alemania, Austria e Italia. Con la ayuda de la «Brijá» se sumaron a ellos muchos miles más de repatriados que habían regresado de la Unión Soviética. Hacia fines de 1946 sumaban 250.000 personas que lograron organizar en los campamentos una vibrante y multifacética vida judía, en educación, cultura, religión y política.
Durante la guerra, los Aliados habían expresado su intención de procesar a los responsables de crímenes contra la humanidad. Al finalizar la misma, los Estados Unidos, la URSS, Gran Bretaña y Francia constituyeron el Tribunal Militar Internacional que fijó los criterios jurídicos para el enjuiciamiento de los criminales de guerra. El deseo de acentuar la dimensión universal de los crímenes nazis hizo incluir el exterminio de los judíos y de otras naciones dentro de la categoría de crímenes contra la humanidad. Los juicios se llevaron a cabo en la ciudad alemana de Núremberg y el más importante fue realizado contra 22 de los jerarcas más importantes del régimen nazi. Entre 1945 y 1949 fueron enjuiciados 31.651 criminales de guerra nazis, de entre los centenares de miles que actuaron durante la guerra.
En esa misma época, el pueblo judío luchó contra la política enunciada en el «Libro Blanco» del gobierno británico que limitaba drásticamente la emigración judía a la tierra de Israel. Cerca de 70.000 sobrevivientes del exterminio se abrieron camino clandestinamente en barcos desvencijados entre 1945 y 1948. Los británicos respondieron con la internación en Chipre de 52.000 de los refugiados que fueron capturados. El Joint y emisarios del movimiento sionista extendieron ayuda a los detenidos en Chipre y constituyeron un puente entre éstos y la tierra de Israel.
El 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió finalizar el Mandato británico por medio de la partición de Palestina y el establecimiento de un estado judío y otro árabe en ese territorio. Al día siguiente, la lucha estalló y los sobrevivientes jugaron un papel importante en las batallas y en la Guerra de la Independencia que comenzó el siguiente mes de mayo. Casi la mitad de las fuerzas combatientes de Israel, en la segunda fase de la guerra y después de la creación del Ejército de Defensa de Israel, y un cuarto de los caídos en la guerra, eran sobrevivientes del Holocausto.