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Preguntas Frecuentes

Justo de las Naciones es un título oficial otorgado por Yad Vashem en nombre del Estado de Israel y del pueblo judío a no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar a judíos durante el Holocausto. El título es otorgado por una comisión especial encabezada por un juez de la Corte Suprema de Justicia de acuerdo con un conjunto de criterios y regulaciones bien definidos.

El término "Justo de las Naciones" (Jasidei Umot HaOlam) fue tomado de la tradición judía, de la literatura de los sabios. Existen varias explicaciones del término, tales como: no judíos que acudieron en ayuda del pueblo judío en tiempos de peligro; en otros casos es utilizado para describir a no judíos que observaban siete preceptos básicos establecidos en la Biblia, incluyendo la prohibición de la violencia. Los legisladores tomaron el término existente y le otorgaron un nuevo significado. La Ley de Yad Vashem fue más lejos, definiendo a los Justos de las Naciones no sólo como aquellos que salvaron judíos sino que arriesgaron sus vidas al hacerlo. Ello se ha convertido en un criterio básico para la entrega del título.

Las condiciones básicas para el otorgamiento del título son:

El involucramiento de la persona en la salvación de uno o varios judíos de la amenaza de muerte o deportación a los campos de la muerte.

Riesgo para la vida, la libertad o la posición del salvador.

La motivación inicial de su acción debe ser la pura intención de ayudar a judíos perseguidos. Por ejemplo, el no ser a cambio de pago alguno o cualquier otra recompensa tal como la conversión de la persona salvada, la adopción de un niño, etc.

La existencia de testimonio de aquellos que fueron ayudados o, al menos, alguna documentación inequívoca que pruebe la naturaleza del rescate y sus circunstancias.

Las personas reconocidas como “Justos de las Naciones” son galardonadas con una medalla acuñada especialmente y un certificado de honor –ambos con su nombre grabado- así como el privilegio de sus nombres agregados al Muro de Honor en el Jardín de los Justos en Yad Vashem en Jerusalem.

La Ley de Yad Vashem autoriza a esta institución “a conferir ciudadanía honoraria del Estado de Israel a los Justos de las Naciones, y la ciudadanía póstuma si éstos han fallecido, en reconocimiento por sus actos”.

Una de las principales misiones de Yad Vashem es honrar a los Justos de las Naciones. Por ende, recibimos con beneplácito cualquier información sobre salvadores. Toda información será examinada, y si existe suficiente evidencia, el caso será presentado a la Comisión para su consideración.

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Sí. Los rescatadores pueden ser honrados de forma póstuma. El de los Justos de las Naciones es un proyecto permanente, y continuaremos realizándolo en tanto y en cuanto sigan llegando peticiones para este título que sean respaldadas por evidencia sólida que cumpla con los criterios indicados más arriba.

El rescate de judíos adoptó muchas formas y requirió de diversos grados de involucramiento y auto sacrificio. El título de Justo está reservado para el más pequeño grupo, el de aquellos que arriesgaron activamente sus vidas o su libertad para el expreso propósito de salvar a judíos de la persecución y el asesinato. Existe un círculo más amplio de hombres y mujeres que ayudaron a los perseguidos en la hora más oscura de la historia judía, pero cuya ayuda no implicó riesgos. Estas personas cuentan con nuestro más grande aprecio y sus actos son documentados aquí. Sin embargo, aun cuando su ayuda fuera crucial para la supervivencia judía, en la ausencia de riesgos, ellos no califican para el reconocimiento en el marco del programa de los Justos.

Los Justos de las Naciones son no judíos que han arriesgado sus vidas o su libertad para salvar judíos durante el Holocausto. El título no es conferido si la motivación fue otra que la de salvar judíos. Dichas motivaciones pueden ser: 1) rédito económico; 2) el deseo de convertir religiosamente a las personas rescatadas, o la protección de los judíos convertidos por verlos como cristianos y el sentimiento de los rescatadores de que no debieran ser tratados como judíos; 3) el deseo de tomar a un niño judío con propósito de adopción; 4) el rescate como resultado de una acción de resistencia no apuntada a la salvación de judíos.

Otra razón para no otorgar el título puede ser el hecho de que, a pesar de haber salvado a uno o varios judíos, el mismo salvador haya estado involucrado en el asesinato o en crímenes de guerra o haya provocado daño a otros.

En el caso de conventos, monasterios y órdenes religiosas, el título será atribuido al director de la institución, quien estaba a cargo y cargó con la responsabilidad del acto. Se presume que los miembros de una institucion religiosa están ligados por un voto de obediencia y, por lo tanto, a menos que hayan actuado por encima y más allá del llamado del deber y la obediencia, no serán reconocidos.

Algunos actos de rescate merecedores de la distinción no fueron reconocidos debido a que no se ha presentado solicitud alguna. El vivir con recuerdos tan dolorosos es sumamente difícil para los sobrevivientes. Algunos no han solicitado a Yad Vashem el reconocimiento de quienes los han salvado; otros fallecieron antes de presentar la solicitud, o no conocían el programa.

Algunos salvadores permanecerán en el anonimato por siempre debido a que el intento de rescate fue descubierto, y tanto él como sus protegidos fueron asesinados, no quedando nadie que diera testimonio. Sabiendo de la existencia de casos que jamás podrán ser documentados, Yad Vashem erigió un monumento al salvador anónimo en la Avenida de los Justos. Vea la sección del salvador anónimo.

La misión de Yad Vashem es la conmemoración, documentación, investigación y educación acerca del Holocausto. El programa de los Justos de las Naciones es parte de este mandato, y es, por lo tanto nuestra función la de honrar a quienes han salvado judíos durante el Holocausto.

La misión de Yad Vashem es la conmemoración, documentación, investigación y educación acerca del Holocausto. No sólo los judíos fueron victimizados por la Alemania Nazi y sus colaboradores, pero Yad Vashem, que es el memorial del pueblo judío para los Seis Millones, se enfoca en el Holocausto, el único intento de asesinar a cada uno de los judíos por el solo hecho de serlo. En el marco de dicho mandato, la Knesset (Parlamento de Israel) ha definido a los Justos de las Naciones como aquellos no judíos que arriesgaron sus vidas para salvar judíos durante el Holocausto. Han habido muchas instancias de valerosa resistencia contra los nazis y sus colaboradores. Estas valientes personas merecen ser honradas, y lo son en la mayoría de los casos por sus países y organizaciones. 

La rebeldía y Resistencia judías durante el Holocausto tomó numerosas formas, y la historia del Holocausto está pletórica de relatos de heroísmo, solidaridad y ayuda mutua. Dichos actos pueden ser: dar a un compañero de cautiverio un padazo de pan, estimularse unos a otros, contrabandear alimentos o documentos falsos, ayuda en intentos de huida, llevar cartas e información, ayudar a alguien a evadir el trabajo forzado o la deportación, etc. Estas impresionantes expresiones de coraje, auto sacrificio y solidaridad merecen ser documentadas, investigadas y transmitidas, y Yad Vashem ciertamente lo hace en sus múltiples actividades. Sin embargo, es prácticamente imposible definir criterios que permitan decidir qué acto de ayuda merece una distinción especial.

Con los no judíos, el criterio básico es el elemento del riesgo para el salvador. Por ejemplo, una persona que concientemente eligiera ponerse en peligro y abandonar la seguridad del observador pasivo e identificarse con las víctimas al punto de querer compartir su misma suerte. En lo que concierne a judíos, este criterio no puede ser aplicado, desde que todos los judíos estaban destinados al exterminio y, por lo tanto, estaban en peligro mortal, no importaba lo que hicieran. Ayudar a otros judíos podía aumentar el peligro en esa instancia particular, pero eludir el peligro por completo no era una opción para ellos.

Los números de Justos reconocidos no reflejan el completo espectro de ayuda dada por no judíos, dado que muchas de las historias de rescate permanecen desconocidas. Éstas son más el resultado del material acerca de operaciones de rescate puestas a disposición de Yad Vashem. El número de rescatadores en los diversos países depende de múltiples factores y, por ende, el mismo no refleja necesariamente la actitud de una población local para con los judíos y su exterminio. Además, a la luz de la gran diferencia de circunstancias entre diferentes países y regiones, debemos proceder con suma prudencia al hacer tales comparaciones.