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Chaqueta y utensilios para la comida de bebés, de los niños Miriam y Zvi Hamerslach

 

  1. Westerbork – Campo situado junto a la ciudad del mismo nombre, en el Noreste de Holanda. Durante los años 1942-1944 fue la estación de paso de los judíos deportados desde Holanda hacia Europa Oriental.
  2. Entrevista con Mirjam Waterman, O.93/3564, Yad Vashem, Jerusalén. Originalmente entrevistado en la USC Shoah Foundation Institute.
  3. Ravensbrueck – Campo de concentración junto a la pequeña población del mismo nombre, cercana al río Hawul, a unos 90 Km al norte de Berlín.
  4. Recibido en la colección Yad Vashem de la sobreviviente Judith Aufrichtig.

Introducción

En esta sección proponemos observar el objeto como fuente de información, que puede enseñar acerca de un tiempo y lugar específicos, acerca de la sociedad en que fue creado y de las personas que lo utilizaron. Señalemos que los objetos que se encuentran en la Colección de Objetos del Museo de Yad Vashem son objetos singulares, tanto por las características de los hechos sucedidos en la época en que se utilizaron como por su valor sentimental. Acompañaremos la historia del objeto con puntos de referencia y discusión que podrán ser planteados en un diálogo con los alumnos.

El relato

A comienzos de mayo de 1943 Miriam Waterman, miembro de la organización clandestina holandesa, llegó a la estación de ferrocarril de Amstel, en Amsterdam, y entregó a una mujer de contacto una niña de un año y medio aproximadamente, junto con su hermano, un bebé de días. Los niños eran Zvi y Miriam Hamerslach. Sus padres, Amalia y Karel Hamerslach, fueron llevados al campo de tránsito de Westerbrok, y desde allí enviados al campo de exterminio de Sobibor, donde fueron asesinados.

Al comenzar los envíos de Judíos de Holanda a los campos de exterminio, en el verano de 1942, se formaron varios grupos y organizaciones que se ocuparon de encontrar lugares de escondite para los judíos. Muchos hombres y mujeres de contacto, algunos de ellos judíos, se ocuparon de obtener tarjetas de racionamiento, documentos de identidad falsos, y en muchos casos, del traslado desde un escondite a otro. Un capítulo especial dentro de esta actividad fue la organización para el auxilio de los niños, para los cuales era más fácil hallar un escondite. En total se ocultaron unos 4,500 niños, y sólo unos pocos de ellos fueron descubiertos por los alemanes. El más grande de los grupos que se ocuparon de contrabandear jóvenes era el Westerwelle que actuaba en conjunto con las organizaciones de pioneros (jalutzim).

La participación de los judíos en la organización clandestina holandesa era considerable, aunque no existen datos acerca de su número.

En el marco de su actuación en la clandestinidad holandesa, Miriam Waterman actuó en el auxilio de niños. Su tarea consistía en tomar bebés cuyos padres habían sido señalados para la deportación, o que ya habían sido deportados a Westerbrok1, y llevarlos hasta la estación del ferrocarril. El cochecito de bebé lo colocaba junto a otros cochecitos que estaban fuera de la estación, entraba al andén y esperaba a la mujer de contacto que llegaba en el tren. Los bebés eran entregados a la mujer de contacto que se los llevaba consigo en el tren. Para proteger la operación y a los miembros de la organización era preciso mantener el secreto absoluto, y por eso Miriam nunca sabía hacia donde se enviarían los bebés, ni la identidad de la mujer que se los llevaba. Después de entregar los bebés, Miriam desaparecía de la estación dejando el cochecito tras de sí, para no despertar sospechas al salir de la estación con un cochecito vacío.

Miriam y Zvi llegaron a un hogar para niños en la ciudad de Hilversum. De su cuidado se encargó una muchacha judía que formaba parte de la organización, que se ocultaba en el lugar. Unas dos semanas después de haber llegado los bebés al hogar, llegó Miriam Waterman para visitar a su amiga oculta allí, asombrándose al ver a los dos niños que hacía poco había ayudado a salvar. Más tarde contaría: ”En el hogar para niños dirigido por Katy Milder, se ocultaron muchos niños. Entre otros se ocultó allí Kity Frank, una pionera que estaba a mi cuidado. En una de mis visitas al hogar, me llevó Kity a un cuarto cerrado y dijo: 'Tengo aquí una tarea adicional – cuidar a dos bebés que acaban de llegar'. Cuando me los mostró comprendí que esos eran los dos hermanos que había entregado hacía pocos días en la estación del ferrocarril. La niña, Miriam Hamerslach, tenía un año y medio, y el chico dos semanas”2.

Durante el curso de la guerra Miriam Waterman fue atrapada y enviada a Bergen-Belsen. Allí permaneció en condiciones sumamente difíciles durante aproximadamente un año, hasta la liberación. Después de la liberación Miriam comenzó a trabajar para la devolución de los niños a las autoridades judías. La lucha era difícil, pero al final los niños fueron entregados a la institución judía para los huérfanos. 
En 1949 los dos niños Hamerslach emigraron a Israel, donde fueron adoptados por la familia Artan de Haifa.

En los años ochenta los niños Zvi y Miriam, que para entonces ya habían crecido, se casaron formando familias, lograron localizar a Hetty Voute, la mujer que se los llevó consigo en el tren. En 1988 Hetty recibió el título de Justo entre las Naciones por su labor de auxilio. Zvi y Miriam mantuvieron contacto con ella hasta su muerte ocurrida en 1999.En el curso de su actividad clandestina Hetty fue atrapada y enviada al campo de concentración de Ravensbrueck. Por una coincidencia fortuita el nombre de Hetty Voute fue descubierto sobre un objeto recibido en la colección de Yad Vashem, proveniente de una sobreviviente del campo Ravensbrueck3, que bordó sobre un trozo de tela roja los nombres de las prisioneras que conoció en Ravensbrueck durante el tiempo que permaneció allí4.

Katy Mulder, directora de la institución en Hilversum, era querida por los niños. Ella les escribió una carta de despedida antes de que fuera sacada del hogar de niños, y siguió en contacto con ellos hasta que murió. Todos esos años había conservado el abrigo en el que Miriam había sido envuelta, así como los utensilios que habían sido enviados con los niños. Katy fue reconocida después de la guerra como Justo entre las Naciones por sus acciones.

Katy decidió dar los utensilios a los "niños" en Israel y se quedaron con Zvi lo largo de su vida. El abrigo fue dado a Mirjam Waterman (que se casó con Menachem Pinkhof).

La información y fotografías acerca de estos artefactos fueron recolectados como parte del testimonio dado por Mirjam (Waterman) Pinkhof, Zvi Araten (Hamerslag), y Miriam Zelach (Hamerslag).

Temas para el debate en el aula

Diseñado para estudiantes de nivel medio y secundario, estos puntos de discusión se puedeמ utilizar como el profesor estime conveniente de acuerdo con el nivel y la capacidad emocional de la clase. Las siguientes preguntas tratan tanto a los elementos mismos, como así también al acto de rescate.

  • Fíjese en la fotografía de los utensilios para comer. ¿Cómo sabemos que se trata de utensilios para bebés y niños pequeños?
    • En la fotografía, está claro que estamos ante un conjunto de utensilios personales (tenedor, cuchillo, cuchara) decorado con fotos del cuento infantil "Caperucita Roja". El conjunto se encuentra en una caja especial, con una ilustración de la historia en la portada.
       
  • ¿Por qué los padres de Miriam y Zvi decidieron enviar con ellos estos cubiertos?
    • Es posible que los padres quisieran enviar a sus hijos con un elemento que les recuerde su hogar y su familia. Quizás pensaron que nadie sospecharía de esa vajilla de plata, por lo que sería seguro enviarla.
    • Es posible que los padres decidieran enviar una vajilla de plata, ya que se pueden mover fácilmente de un lugar a otro.
    • Tal vez sus padres querían dejar un mensaje positivo y un legado para sus hijos. Como en el cuento infantil, tal vez su propia realidad termine en "felices por siempre", y una familia reunida.
    • Tal vez fue una decisión práctica. Los padres eligieron un elemento que podría ser útil para sus hijos, ya sea para comer o como para empeñar con el fin de salvar sus vidas.
       
  • ¿Te acuerdas de la primera serie de artículos de vajilla que usaste de bebé? ¿Tus padres los guardaron para la posteridad?
    • Los cubiertos para niños comienzan a ser utilizados mientras que los bebés son muy pequeños, en general, incluso antes de empezar a hablar o caminar. Este artefacto es un recuerdo de la primera infancia, una etapa importante en el desarrollo, que a menudo no recordamos. Por lo tanto, un elemento de este período es una manera de recordar nuestra niñez.
       
  • En tu opinión, ¿qué sentido tienen los objetos conservados para los niños sobrevivientes? ¿Han alcanzado un valor adicional?
     
  • Zvi (Hamerslag) Araten prestó su vajilla al Museo de Historia del Holocausto en Yad Vashem pero no lo donó. En este contexto, se puede preguntar a los alumnos: ¿Por qué muchos de los artefactos que sobrevivieron al Holocausto son prestados al museo de Yad Vashem, y no se ofrecen como regalos? También podría dar lugar un debate sobre el valor emocional de un elemento, ya que en muchas situaciones, las personas se quedaron solas, sin sus padres o sus familias.

Estas preguntas se refieren a Mirjam Waterman, que rescató niños judíos:

  • En su opinión, ¿Qué motivó a Mirjam Waterman para trabajar en la Organización clandestina holandesa y ayudar a la gente?
     
  • ¿Qué dificultades debió enfrentar en sus esfuerzos de rescate?
    • El transporte de los niños tuvo que ser llevado a cabo en secreto. El de los niños pequeños e incluso de los bebés, dependía de la cooperación y el comportamiento de ellos, ya que hay cosas impredecibles que podían poner en peligro al rescatador. Además, la naturaleza de la acción podría haber atraído la atención de las personas circundantes.