Mi querida Clara,
Desde hace varios días se cierne sobre nosotros un terrible peligro, vamos a ser enviados a pie a Ucrania, ("para nuestro reasentamiento allí"... así dicen). Te imaginas nuestra situación cuando tendremos que andar ese camino, los días son tan fríos, con un niño pequeño y los pocos objetos que se permite llevar.
Íbamos a ser enviados en grupos de 2.500, de modo que en cuatro días no quedará aquí nadie. El primer grupo salió ayer, entre ellos estaba Rosa con los niños, que Dios los guarde...
Querida mía, de la lana que me enviaste tejí una bufanda gruesa para el cuello de Vilush, ya que quién sabe cuántos días estaremos en el camino.
Querida hermana, te ruego que te hagas cargo de mamá, ya que sólo tú le quedas. Nunca te separes de ella...
Lo único de lo que me lamento es que mis ojos no volverán a verlos jamás.
Sufro mucho. Tenía la esperanza de que alguna vez volveríamos a vernos, pero se ha esfumado.
Adiós mis queridos, mi querida madre, mi buen padre. Ustedes fueron el primer rayo de sol que entibió mi vida...
En vano vuelvo la cabeza sin esperanza porque el destino golpeó nuestras vidas con fiereza terrible, y por más que intente acercarme a ustedes, nos vemos arrastrados cruelmente y nos alejamos.
Vily y Doba envían miles de besos y se despiden de ustedes cálidamente.
Adiós para siempre, piensa en ustedes, Ida.
