Lección: Unidad didáctica sobre la película – "La historia de Simjah Holzberg"

Simjah Holzberg nació en Varsovia en 1925, hijo de padres de edad avanzada, Shmuel y Tzipora. Pese a sus limitados recursos, ambos adoptaron el precepto de la hospitalidad y compartían sus escasas provisiones con personas aun más pobres. En el gueto de Varsovia, Holzberg mantenía a su familia con trabajos diversos y también mediante el contrabando de alimentos. Sus actos de caridad le valieron el apodo de Jusid, "Justo". Holzberg participó del Levantamiento del Gueto de Varsovia, y tras la liquidación del gueto fue enviado al campo de Bodzin. Tras muchas peripecias llegó al campo de Bergen Belsen, en el que fue liberado. En 1946, estableció en Alemania con sus amigos un kibutz ortodoxo llamado Jafetz Jaim, con el fin de adiestrarse para viajar a la Tierra de Israel. En Alemania se ocupaba de distribuir alimentos a sobrevivientes necesitados y a visitar a los que se hallaban internados en hospitales de salud mental, hábito con el que continuó también en Israel. Simjah se casó y emigró a Israel, donde nacieron sus dos hijos.

A mediados de la década de 1950, Simjah Holzberg conoció al rabino Arieh Levin, apodado "El padre de los prisioneros". Tras ese encuentro Holzberg comenzó a dedicar la mayor parte de su tiempo al cuidado de inválidos del ejército, viudas y huérfanos, a los que brindaba apoyo moral y material. Estimulado por el rabino Levin, Holzberg hizo mucho en favor de los heridos militares, por lo cual se le otorgó el apodo de "Padre de los heridos". Los visitaba y alentaba, averiguaba sus necesidades en una amplia gama de temas, y muchos sintieron que le debían su rehabilitación, mantuvieron vínculos con él y lo invitaban a sus fiestas familiares.

La solidaridad y la preocupación por el prójimo, valores centrales absorbidos por él en su hogar paterno, continuaron acompañándolo durante años.

Em 1976 le fue conferido a Simjah Holzberg el Premio Israel.

El filme crea el marco para un diálogo educativo y controlado sobre la Shoá (Holocausto) con alumnos de tercero y cuarto grado (8-10 años), en base a un número de principios pedagógicos:

La historia se relata mediante la animación, la cual posibilita, por una parte, presentar a los alumnos conceptos centrales de la historia de la Shoá, como el gueto y sus penurias, y por la otra, por tratarse de animación, exponerlos de un modo no traumatizante.

• El filme está estructurado en torno a un abuelo que relata a su nieto acerca de Simjah. Ello posibilita, ante todo, conocer la historia a través de un personaje simpático, y al mismo tiempo mantener una clara separación entre la vida actual, representada por la filmación del abuelo y el nieto, y los fragmentos animados que narran la difícil época vivida en el gueto. Las imágenes que abren y cierran el filme actúan como puente entre las dos épocas. Ese vínculo se realiza mediante imágenes que generan y refuerzan una sensación de fortaleza moral, como amistad, entrega y continuidad.
   
• El filme, de acuerdo con los principios educativos de Yad Vashem y el programa "Senderos de la Memoria" (Bishvilei Hazikarón), muestra el relato completo de la vida de un sobreviviente: su vida antes de la Shoá aparece en imágenes que representan un mundo vivo, rico y variado; la descripción del período de la Shoá se centra en las dificultades bajo el dominio nazi y en el gueto, junto a las maneras de enfrentarse con ellas: el apoyo familiar, la iniciativa y la solidaridad. Y finalmente, se presentan la rehabilitación y el proceso de retorno a la vida, también ellos bajo el signo de esos mismos valores, ante todo de la entrega sin límites.
   
• Desde el comienzo del filme, los alumnos se enteran de que el mismo trata de un niño que sobrevivió a la Shoá, y ello les posibilita desarrollar empatía hacia él.