Chełm durante el Holocausto
Redadas en el gueto y la destrucción de la comunidad de Chełm
En vísperas de la festividad de Shavuot, el 21 de mayo de 1942, se llevaron a cabo las primeras redadas contra los judíos de Chełm. Como preludio de las redadas los alemanes ordenaron al Judenrat emplear a todos los judíos aptos para el trabajo en la limpieza de sótanos y áticos. El propósito de esto era prevenir que los judíos se escondiesen dentro del gueto. La operación duró dos días, hasta el 23 de mayo, en los cuales la Policía del Orden reunió a unos 3.000 judíos para que sean deportados. Estos fueron puestos bajo vigilancia en el shtibel (casa de oración) de los jasidim de Belz y en el beit midrash (casa de estudio) del gueto, hasta la llegada de la Gestapo. Uno de los colaboracionistas judíos que ayudó a los alemanes en esta operación era conocido como el "idisher komisar" ("el inspector judío"). Al entrar al gueto los alemanes acusaron a los judíos de haber cometido "sabotaje", y, de acuerdo a informes publicados en el periódico clandestino de Varsovia, asesinaron a 200 judíos en el acto. El resto de los concentrados fueron deportados a Sobibor. Durante esa Aktion fueron deportados al mencionado campo de exterminio alrededor de 4.300 judíos, la mayoría locales; otros eran judíos de Eslovaquia que habían llegado a Chełm en un transporte de 2.000 personas mientras se llevaba a cabo la redada. Aún antes de la deportación a Sobibor, cientos de deportados de Eslovaquia fueron asesinados en el gueto. Las expulsiones a Sobibor formaron parte de la "Operación Reinhard", el programa de destrucción de los judíos del Generalgouvernement, las regiones de Polonia central gobernadas por autoridades civiles alemanas.
La segunda deportación se llevó a cabo en junio de 1942 y fue ejecutada por miembros de la Gestapo de Sobibor, que venían a buscar trabajadores forzosos para ése campo de exterminio. También participaron policías ucranianos y polacos, que disparaban contra judíos que trataban de esconderse en las casas o los arrastraban hasta la calle para asesinarlos allí mismo. Frente al shtibel se realizó una selección y 600 judíos aptos para el trabajo fueron deportados a Sobibor.
El 5 de octubre de 1942 fueron deportados a Sobibor otros 1.000 habitantes del gueto. El 27 y 28 de ése mes se realizó una deportación a Wlodawa: fueron expulsados alrededor de 3.300 judíos de Chełm y refugiados. Como ya había ocurrido anteriormente, policías ucranianos y polacos ejecutaron las órdenes de los alemanes, asistidos por la Policía del Orden judía. Los deportados fueron conducidos a pie a Wlodawa, y la mayoría fueron asesinados en el camino, a golpes o a tiros. Los pocos sobrevivientes fueron deportados más tarde a Sobibor. Entre estos deportados había algunos judíos provenientes del gueto de Wojsławice, que habían llegado a Chełm a principios de mes.
El 6 y 7 de noviembre de 1942 policías ucranianos y polacos liquidaron lo que quedaba del gueto de Chełm. Por entonces todavía había cerca de 7.000 judíos en el recinto; 4.000 fueron deportados a Sobibor y el resto fueron fusilados en el mismo gueto. Ése mismo día los 150 miembros de la Policía del Orden judía fueron ejecutados, no lejos del cuartel de la Gestapo.
Muy pocos judíos de Chełm quedaban con vida después de la liquidación; la mayoría eran jóvenes. Unos 50 artesanos fueron ocupados en trabajos forzados hasta que los deportaron a Sobibor algunos meses después, en enero o febrero de 1943.
Durante la revuelta en el campo de Sobibor algunos prisioneros trataron de llegar a las cercanías de Chełm, pero aparentemente sin éxito. La mayoría de los participantes de la rebelión fueron capturados y ejecutados. Una minoría lograron escapar y se unieron a los partisanos. Un pequeño grupo de judíos de Chełm lucharon junto a partisanos de la Gwardia Ludowa, la resistencia afiliada al partido comunista polaco.
Chełm fue liberada en julio de 1944 por el Ejército Rojo. Algunas decenas de judíos de lo que había sido una floreciente comunidad de 15.000 almas sobrevivieron escondidos. Además algunos centenares que habían acompañado a las tropas soviéticas al principio de la guerra también se salvaron. Los sobrevivientes trataron de reubicarse en Chełm, pero el antisemitismo que reinó en la posguerra hizo esto imposible y tuvieron que abandonar la ciudad.
En la década de los 1990 algunos sobrevivientes de Chełm y sus descendientes iniciaron una renovación del muro del cementerio y la colocación de un monumento recordatorio a las víctimas.
Antes de la Segunda Guerra Mundial casi la mitad de los 30.000 habitantes de Chełm habían sido judíos. Hasta donde llegan nuestros conocimientos no hay judíos entre los 70.000 habitantes actuales de la ciudad.