Julius Hirsch

Julius Hirsch era un jugador de fútbol en el Club de Fútbol de Karlsruhe y miembro de la Selección alemana de fútbol antes de la Primera Guerra Mundial. En 1943, Hirsch fue deportado a Auschwitz. No sobrevivió al Holocausto.

Julius Hirsch nació en 1892 en la ciudad de Achern, en el suroeste de Alemania, y estudió en Karlsruhe. Jugó al fútbol con el equipo juvenil de Karlsruhe y era conocido por su potente pie izquierdo. En 1909, a los 17 años, jugó su primer partido con la Selección y marcó su primer gol. Al año siguiente, ya fue reclutado para la Selección alemana y jugó siete partidos. En su mejor partido contra Holanda, marcó cuatro de los cinco goles de Alemania. Hirsch y su amigo Gottfried Fuchs, fueron los únicos dos judíos que alguna vez fueron miembros de un equipo nacional alemán de fútbol.

Hirsch fue miembro del Equipo Olímpico alemán en los Juegos Olímpicos de Estocolmo en 1912. En 1913, se mudó al SpVgg Greuther Fürthclub, que ganó el campeonato alemán en 1914.

Julius Hirsch era un patriota alemán. Sirvió en el Ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial, alcanzando el rango de Vice Sargento (Vizefeldwebel) y recibió la Cruz de Hierro de Segunda Clase. Su hermano murió en combate. En 1920, se casó con Ella Karolina Hauser, de religión protestante. Su hijo Heinold nació en 1923, seguido de su hija Esther en 1928.<

En 1925, a la edad de 33 años, Hirsch se retiró del fútbol profesional y comenzó a trabajar en el comercio, mientras participaba en el entrenamiento de equipos de fútbol. Con las crecientes sanciones económicas impuestas a los judíos alemanes por el régimen nazi, Hirsch fue despedido de su trabajo. Intentó suicidarse y luego fue hospitalizado durante un período en una institución mental.

Después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, Hirsch fue asignado a trabajos forzados. Su matrimonio con una mujer no judía le dio inmunidad de deportación, pero se divorció de su esposa en diciembre de 1942, con la esperanza de que esto la salvara a ella y a sus hijos, y desde entonces ya no estaba exento de ser deportado.<

Julius Hirsch visitó a su esposa e hijos a fines de febrero de 1943 y les dijo que estaba a punto de ser enviado a un campo de trabajo. En marzo de 1943 fue deportado a Auschwitz. Su hija Esther recordó más tarde:

El 1 de marzo de 1943, mi padre, Julius Hirsch, fue llevado a la estación de tren de Karlsruhe y deportado en tren. Es uno de mis peores recuerdos. Fue un hermoso día; hasta el día de hoy no entiendo cómo pudo haber estado brillando el sol. No creíamos que nunca lo volveríamos a ver.

Esa noche, nosotros, mi madre, mi hermano y yo, nos despertamos todos a la vez. En el mismo momento, todos pensamos: algo ha sucedido. Mi padre nunca pensó que los alemanes podrían hacerle algo. No podía imaginar que le harían algo a un soldado en el frente [en la Primera Guerra Mundial] y a un futbolista de la Selección nacional. Estaba relacionado con Alemania, era pro-Alemania, al igual que su hermano [que cayó en combate luchando por Alemania en la Primera Guerra Mundial].

Fue muy humillante para él realizar trabajos forzados en Karlsruhe. Era un buen hombre, siempre tan comprensivo. Lo amaba mucho y todavía le estoy agradecido por su afecto.

Dos días después de su deportación, el 3 de marzo de 1943, Julius Hirsch logró enviar una última carta a su hija Esther por su 15º cumpleaños. Es posible que haya enviado la carta en una de las paradas que hizo el tren camino a Auschwitz para cargar más judíos. En su carta, escribió:

Mi amor,
Estoy muy bien y llegué sano y salvo. Llegaré [fortuitamente] a la Alta Silesia, [de modo que] todavía [estaré] en Alemania.
Saludos y besos, Juler [Julius]

Estas palabras fueron la última prueba de vida de Julius Hirsch. Se desconoce su suerte, pero se presume que fue asesinado en Auschwitz.

Sus hijos, Heinold y Esther, fueron expulsados de la escuela en 1938 debido a su condición de Mischlinge de primer grado (hijos de matrimonios mixtos). En 1941, se vieron obligados a llevar la «estrella amarilla». Fueron deportados al gueto de Terezin el 14 de febrero de 1945 y ambos sobrevivieron.

En 2005, la Asociación Alemana de Fútbol estableció el Premio Julius Hirsch, otorgado a clubes, organizaciones e individuos que luchan contra la discriminación, la xenofobia, el racismo y el antisemitismo en el deporte alemán. Varios campos deportivos en Alemania también recibieron el nombre de Julius Hirsch en homenaje a su memoria.