"No me olvides" - Álbumes infantiles de la época del Holocausto

Jadzia Beitner | Yojit Mendelsohn


Jadzia Beitner nació en 1933 en Katowice, Polonia. El 1 de septiembre de 1939, el día que estalló la guerra, Jadzia tenía que haber comenzado a estudiar en primer grado. Después de la ocupación lo alemanes expulsaron a los judíos de Katowice y la familia se mudó a la casa de familiares en la vecina Sosnowiec. Poco después su hermano Natan (n. 1921) y su hermana Eny-Irena (n. 1922) escaparon a Lvov. El padre, Herman-Zvi, se les unió. Jadzia, la madre Bela y la hermana Zosia-Naomi, de diez años, permanecieron en Sosnowiec. Eny, junto con camaradas del movimiento juvenil Akiva partieron de Lvov con destino a Vilna con la intención de emigrar a la tierra de Israel.

En 1940 Natan se suicidó y Eny regresó a Lvov para estar con su padre . En julio de 1941 éste fue asesinado durante el pogromo apodado "Jornadas de Petliura" y Annie quedó sola en la ciudad. En enero de 1942 consiguió regresar a Sosnowiec bajo una identidad falsa y se volvió a reunir con su madre y hermanas. Un mes más tarde Annie fue deportada al campo de Oberalstadt, situado en los Sudetes, y asignada a trabajar en la hilandería “Kloga”. Algunos meses después llegó también al campo Zosia-Naomi. En la primavera de 1943 Bela y Jadzia fueron deportadas al gueto de Srodula junto con el resto de los judíos de Sosnowiec; en agosto fueron enviadas a Oberalstadt. Bela trabajaba en la cocina y la joven Jadzia fue asignada a tareas de limpieza. Bela Beitner y sus hijas estuvieron presas en el campo hasta su liberación en mayo de 1945.

En marzo de 1944 las prisioneras del campo celebraron el onceavo cumpleaños de Jadzia. Era la prisionera más joven del lugar. Como regalo le entregaron dos álbumes que le hicieron, con dedicatorias de sus amigas. Su hermana mayor Eny le escribió la siguiente dedicatoria:

A la única
a la más dulce
a la más amada
a la más querida y simpática
Jadzulca
de Eny

Además Jadzia recibió una porción de sopa y un plato de papas y remolachas. Las muchachas insistieron que se lo comiera todo. En sus memorias Yojit describió su cumpleaños en el campo como “la fiesta más carente de materia y más rica en espíritu que tuve alguna vez, o alguna vez tendré.”

En 1947 Jadzia llegó a la tierra de Israel por medio de Aliat Hanoar. Tenía 14 años y todavía tenía que pasar por algún tipo de educación formal. En poco tiempo consiguió reducir las carencias en su educación. Completó una escuela nocturna, trabajó como asistente dental y se alistó en el ejército. Después del servicio militar estudió en la escuela de enfermería del hospital Tel Hashomer y trabajó en esa profesión, hasta su jubilación.