"No me olvides" - Álbumes infantiles de la época del Holocausto

Cómo fue hallado el álbum personal de Erika Hoffman

En 2007 visitó Yad Vashem María Sofía Martina Spruyt acompañada


de su familia. Martina es la hija de Sander y María Stolker, Justos de las Naciones. Al visitar el Monumento a los Niños, que conmemora al millón y medio de niños asesinados en el Holocausto, escucharon el nombre de Erika Hoffmann pronunciado junto al de otros. Profundamente conmovida Marina comentó a su familia que había conocido a Erika, la chica judía que había estado oculta en la casa de su tía, Corrie Stolker. Recordó también los álbumes de Erika, que habían quedado en manos de Corrie, enviados a los padres de Martina y finalmente permanecieron en su posesión. Al regresar a Holanda buscaron los álbumes, en vano. Luego del fallecimiento de Martina su hijo Jaap los encontró entre sus pertenencias y los donó a Yad Vashem, “con la esperanza de que en Yad Vashem miembros de la familia de Erika fuesen ubicados.” La primera dedicatoria en el álbum pertenece a la maestra de Erika, Isabelle Wels Colloredo y fue escrita el 2 de julio de 1928 en Purgstall, Austria. La última está fechada el 1 de julio de 1942 y fue escrita por su amiga Ingrid Lesser en Zeist, Holanda.

Erika Hoffmann

Erika Hoffmann nació en Viena en 1931.  Sus padres, Kurt y Margit, nacieron en Purgstall, Austria.

A principio de 1939 los Hoffmann abandonaron Austria junto con los padres de Margit, el Dr. Baruch y Mathilde Kohn y la hermana soltera de ésta, Elizabeth, portando visados de entrada para la Argentina. Hicieron una escala en París, donde Kurt cayó enfermo y tuvo que ser hospitalizado. El resto de la familia continuó el viaje hacia Holanda, donde esperarían hasta que Kurt se recuperase y se uniese a ellos. Vivían en Rotterdam, pero en octubre de 1940, unos meses después de la ocupación alemana de Holanda, se mudaron al pueblo de Doorn, junto a decenas de refugiados judíos, y se alojaron en un hogar de ancianos. La directora se apiadó de los refugiados y trató de aliviar su situación. El Dr. Kohn trabó amistad con uno de los residentes del hogar, un pastor protestante llamado Gerard Wisse. En las memorias que escribió después de la guerra Wisse relató que Kohn continuó llevando una vida religiosa en Doorn y que en ocasiones rezaban y leían Salmos en conjunto. Erika estaba muy apegada a su esposa y solía venir a su residencia temprano por la mañana, vestida todavía con un camisón, para escuchar las historias que relataba su esposa. Wisse y su mujer abandonaron el lugar y cuando regresaron a principios de 1943 Erika y su familia ya no estaban allí.

Aparentemente en la segunda mitad de 1942 Erika vivió oculta en la casa de Cornelia Stolker en Doorn; en algún momento regresó al seno de su familia.

En abril de 1943, Erika, su madre, abuelos y tía fueron capturados y enviados al campo de Westerbork. El 4 de mayo fueron deportados a Sobibor y asesinados inmediatamente después de llegar. El padre, Kurt Hoffmann, no había sido deportado junto con ellos. Se desconoce su paradero.